La magia como recurso educativo

La magia como recurso educativo


Quien más y quien menos queda impresionado con una experiencia basada en la magia. Pero ha sido el mago David Martín -Policía Local de profesión- quien ha querido dar un paso más: aplicar la magia a la prevención de la delincuencia. Bajo esa premisa ha desarrollado varias propuestas que van desde prevención del acoso escolar a trabajar la Educación Vial. 



La finalidad pretendida es divulgar los beneficios que tiene el ilusionismo en criminología. El proyecto preescolar Perry concluye científicamente que facilitando el desarrollo de los factores dinámicos (autoestima, confianza, creatividad, habilidades sociales...) podemos prevenir la delincuencia. 

David ha trabajado con magia la educación vial, la violencia de Genero, la delincuencia juvenil, habilidades de comunicación, para mejorar su potencial y de ilusionismo. Puedes obtener más información en la página web educación, magia y ciencia

¿Cómo aplicar el ilusionismo en clase?

Cuando hablamos de ilusionismo lo hacemos a juegos y efectos que cualquier persona puede hacer, sin habilidad especial alguna. 
Realizaremos dos o tres efectos de ilusionismo que no sobrepasarán los 10 minutos como norma general, invirtiendo ese tiempo pretendemos captar la atención de nuestro alumnado y aprovecharla en el resto de la clase. Lo ideal sería realizar un efecto de ilusionismo, visual, rápido y sin participación de los alumnos, como apariciones, desapariciones o transformación de objetos. 
Es fundamental comenzar la clase dirigiéndose con la mirada a todos los alumnos y no perder ese contacto visual, de complicidad. Hablándoles alto, claro y dirigiéndose a cada uno por su nombre. 
Es vitual ser muy selectivo con los efectos de ilusionismo que se hacen durante la clase y pretender evitar que el alumnado trabaje mentalmente mientras los realizamos. Se debe tener cuidado cuando se utilice el humor en los efectos de ilusionismo, es mas efectivo ser ameno, agradable y simpático que gracioso. Hay que encontrar el equilibro para una atmósfera amena y rigurosa. 
Una manera efectiva de captar la atención de los alumnos, es hacerles una pregunta intrigante al principio del efecto de ilusionismo. Es bueno crear suspense y curiosidad. Usar sus materiales, o coger objetos de la propia clase. 
Algunas ideas o técnicas para controlar la atención: 
  • Señalar: la gente mira donde se señala.
  • Movimiento: miramos cualquier cosa que se mueva.
  • Interés del ilusionista: las personas miran donde mira el ilusionista.
  • Sonido: las personas miran las cosas cuando hacen ruido.
  • Charla: las personas miran donde se les dice que miren.
  • Novedad: las personas miran lo último en aparecer.
  • Contraste: las personas miramos las cosas que son diferentes de lo que le rodea.


Recuerda siempre cuidar las distancias personales con el alumnado. Pretende crear un ambiente de felicidad. Evitemos cruzar las brazos, mirar a los ojos y por supuesto, cuidar el lenguaje del cuerpo. Para ello, seis secretos mágicos:

  1. Muestre una cara animada y sonriente.
  2. Sea expresivo, sin sobreactuar.
  3. Practique el contacto visual pero dentro de la comodidad.
  4. Inclínese hacia delante cuando escuche, y erguido cuando hable.
  5. Acérquese si se siente cómodo, si el otro retrocede no vuelva a adelantarse.
  6. Imite sutilmente el lenguaje del cuerpo de los demás

Así que es el momento de que busques algunas sencillas experiencias de ilusionismo y ponerlas en práctica como metodología de clase.

Poco a poco a través de nuestro Facebook y nuestro blog os trasladaremos diferentes experiencias mágicas de David Martín :-)

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